lunes, 9 de agosto de 2004

Comenzando a pensar en voz alta

Hace 15 años que entreno personas en empresas, en universidades y hasta en las fuerzas armadas.
Siempre he pensado que además de ganarme la vida, he tenido la oportunidad de trabajar en algo que me gusta. Creo que no todo el mundo tiene ese privilegio.
Por otra parte, siempre he pensado que enseñar a otras personas a resolver sus conflictos en forma pacífica era una contribución que podía hacer -grande o pequeña- desde mi lugar, para que el mundo fuera un lugar donde se pueda vivir mejor.
En otras palabras, creo estar trabajando por la paz.