Con
tantos dislates y disparates con que nos sobresaltan a diario los funcionarios
mediáticos en la Argentina, algunas palabras que designan realidades
profundas e importantes para cualquier nación, van siendo relegadas
al olvido de la mass media, y por ende, de la agenda de los
consumidores de información.
Uno
de estos conceptos es el de “tejido social intermedio”. Este
puede definirse como el conjunto
de relaciones, grupos, instituciones y organizaciones en cuyo espacio
concreto se encuentra enmarcado y se desarrolla un individuo.
El
tejido social consigue articular los servicios educativos,
recreativos, culturales y de economía social de los centros, a las
necesidades y demandas reales de las personas, pues se trata de un
modelo de abajo arriba en el que los ciudadanos proponen y dan forma
a sus propias iniciativas.
Estas
iniciativas frecuentemente adoptan las formas societarias de
Asociaciones, Fundaciones o Cooperativas, y las hay de todo tipo,
pues las mismas se pueden focalizar en una realidad concreta, en una
carencia o en una ventaja competitiva de la propia comunidad.
Una
de las ventajas competitivas nacionales -no como erróneamente se piensa en el gobierno como propias- el famoso “viento de cola” que empuja y motoriza gran
parte de la economía real, es el resurgimiento de la Argentina como
productora de alimentos y por ende, exportadora de agua, proteínas,
etc.
Si
bien el gobierno tiene sus propios organismos, es en definitiva el
tejido social intermedio el que se organiza efectivamente y fomenta sus
actividades.
Quizás Usted,
que me está leyendo, no conozca la existencia del INAI, que
no es El
Instituto
Nacional de Asuntos Indígenas
(I.N.A.I),
creado por la Ley Nº 23.302,
organismo gubernamental, sino la Fundación Instituto para las
Negociaciones
Agrícolas Internacionales.
Creado
en 1999, uno de sus objetivos primordiales es “Fortalecer la
capacidad negociadora argentina para mejorar su inserción
internacional”.
Los
invito a visitar su sitio, en el siguiente vínculo:
Si
no puede visualizar el hiper-enlace, copie en su explorador:
¡Qué
bueno es saber que el tejido social intermedio está vivo y no
dependemos de los gobernantes de turno!
¡Sigamos construyendo la Argentina desde abajo hacia arriba!
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